TRANVIA VELEZ-TORRE La Unidad Esculta Witiza realizó su primera excursión el fin de semana del 10 y 11 de noviembre. Decidimos que un sitio idóneo era la antigua Fábrica de la Luz, en Canillas de Albaida. Desde allí haríamos una breve ruta siguiendo el sendero que sube hasta el Lucero, pero sólo hasta puerto Cómpeta.
Lo teníamos todo más o menos organizado, cada uno sus actividades y su responsabilidad.Así que, según programa, salimos unos cuantos desde la parada del tranvía en Vélez para unirnos con el reso de la unidad en Torre, donde salía el Loymerbus que nos llevaba a Canillas de Albaida.
El viaje en tranvía fue especialmente bueno para dos personas:
1. Pau, porque le salió por el morro, ya que el revisor no le cobró.
2. Oscar, que aprendió que para abrir la puerta del tranvía había que darle al botón.
Lo del autobús para Canillas fue otro show. A veces pienso que la gente de los pueblos pequeños son especímenes diferentes...y se me confirmó con el tipo que nos tocó al lado. Ruaro ruaro...que se lo digan a Pau, Adri y Eneko.
Canillas de Albaida, como la mayoría de los puebles de interior de la comarca de la Axarquía, está lleno de cuestas. Su estructura urbana se organiza en torno a la peña donde se sitúa la Ermita de Santa Ana. Es decir, que los de Canillas tienen unos gemelacos impresionantes. En la Ermita comimos, y después nos fuimos andandito a la zona de acampada de La Fábrica de la Luz.
ERMITA DE SANTA ANA. MONUMENTO HISTÓRICO ANDALUZ DEL SIGLO XVI
Nos organizamos para montar las tiendas (cosa que costó...)y estuvimos jugando a uno de los juegos que prepararon Adri y Alberto. Muy chulo por cierto, aunque a ver quién era el guapo que cojía las prendas-comida...Eneko se lo tomó en serio, y casi se despeña.
Por la noche llegaron Rubén, Angel y Carlos. Hicimos algunos "gilijuegos" que como su nombre indica, se trata de jugar haciendo el gilipollas. Pero te lo pasas bien. La carrera de hojas a soplidos...ejem.
Como en La Fábrica hace más frio que lavando rábanos, hicimos dos grandes fogatas en las barbacoas que teníamos al lado de "nuestra" mesa. Oscar se emocionó y dijo que teníamos un "campamento vikingo". No pensaron lo mismo los gusanitos que empezaron a salir de los troncos de leña muriéndose como San Lorenzo en la parrilla. Hay que ver lo que son capaces de estirarse antes de explotar...
CAMPAMENTO "VIKINGO"
No nos acostamos muy tarde porque al día siguiente había que madrugar para la mini-ruta. Desayunamos y nos lavamos la carita como los campeones, con agua fresca de la sierra. Si no te quitas las legañas con eso, al menos te las congela para todo el día.
La ruta transcurrió sin problemas. Carlos tuvo que volverse por unamolestia en la rodilla. El resto hicimos el recorrido dentro del tiempo previsto. Como he dicho muchas veces, lo importante de la ruta no es el final, sino lo que vas encontrando por el camino (esto es aplicable a toda la vida). Y nosotros por el camino nos encontramos al cabrero más antipático del mundo. Creo que estuvo bien. Hasta alguno se arrancó cantando...badabadum, badum,badumbadumbadero...
PUERTO CÓMPETA
Comimos en La Fábrica, agotando las existencias de las múltiples tortillas de patatas. Claro, que como las papas desidratadas de Oscar...pocas cosas. En la sobremesa jugamos a un Party. No sabía yo lo difícil que es leer los labios...
La vuelta hasta Canillas fue tranquila, con algún conato de "guerra de aceitunas". Como el autobús no salía hasta las 7, nos metimos en un barecito a tomarnos un colacao caliente y una garrafina para hacer tiempo. La vuelta en bus no la puedo contar, porque me quedé sopa.
El lunes más de uno seguro que tuvo agujetas...vaya escultas más quejicas! Y en la próxima, niñas, no me dejéis sola...!
